Arquitectura

La carrera en solitario de Ryue Nishizawa, diez años más joven que su socia Sejima, ha comenzado a consolidarse con obras caracterizadas por el refinamiento técnico y una forma particular de abordar la relación con el paisaje. Aunque resulta difícil distinguir la arquitectura de Sejima y la de Nishizawa, esta última ofrece ciertos rasgos específicos: en ella, los elementos naturales, además de ser motivo de inspiración, objeto de contemplación y referencia estética, se convierten en genuino material del proyecto. La sensibilidad del arquitecto japonés se muestra en obras como en la casa A, cuya transparencia busca inundar los interiores con “luz de primavera”, o el museo de arte de Teshima, una burbuja de hormigón abierta al paisaje, junto con dos edificios dedicados al arte, dos pabellones y tres casas-dos de ellas en proyecto-, estas obras japonesas lustran la evolución del arquitecto desde que en 1997 fundase su oficina individual para diseñar una pequeña casa de fin de semana.