Derecho

Generalmente, cuando se trata el tema de investigación científica, inmediatamente pensamos en investigadores dedicados a las ciencias positivas como la biología, la química, la anatomía, etc., pero en realidad la ciencia investigativa se hace desde que el ser humano es parte del universo, ya que ha ido descubriendo cada día su entorno y más allá de su entorno, se interrelaciona con otras personas e intenta conocerse a sí mismo sin que llegue plenamente a ese objetivo. La investigación en su sentido etimológico proviene de dos palabras latinas: in que significa en, dentro, y vestigium, que significa huella, camino, sendero. Desde el punto de vista sociológico, Antón de Shutter la define como un proceso de producción de nuevos conocimientos (científicos y no científicos) (De Shutter: 1980: 70). Es decir, el ser humano, conscientemente, debe haberse compenetrado de la realidad para llegar lo que busca: la verdad, y ¿qué es la verdad? Según Aristóteles y Santo Tomás de Aquino, es la adecuación de la mente con la realidad, y se agregaría que es la adecuación del individuo, del ser total en cuerpo, mente y espíritu, integral, con la realidad. Es así como todas las ciencias positivas formales y no formales están llamadas a crear conciencia en las personas, para que los seres humanos sean sujetos de autorreflexión, de conocimiento. Se dice lo anterior, porque hay personas que escasamente piensan, ya sea por aspectos psico-físicos o porque la misma sociedad establece parámetros que evitan piensen y/o expresen sus pensamientos en forma libre y espontánea.