Ubicación Física: 303.669861 / V719
Movimiento ciudadano y social por la paz / | |
Autor: | Villarraga Sarmiento, Álvaro. |
Otros Autores: | Castellanos García, Diana Patricia ; García-Durán, Mauricio, prólogo. |
Serie: | Biblioteca de la paz. Serie el proceso de paz en Colombia, 1980-2013. |
Pié de imprenta: | Bogotá : Gente Nueva, 2013. |
Descripción: | 736 páginas. 17 x 24 cm. |
ISBN: | 9789585802520. |
Tema(s): | |
Resumen: | Desde todos los rincones del país, a pesar de no haber logrado poner fin a la guerra, el movimiento por la paz sigue alentando la construcción de democracia desde abajo, se articula a la reconstrucción de los tejidos sociales desgarrados por la violencia y la guerra y mantiene en alto la bandera de la construcción de paz como tarea de los desarmados. Igualmente, defiende la solución negociada y apoya las negociaciones de paz, y persiste en la tesis de la superación, de las tradicionales inequidad, exclusión y pobreza como condición para alcanzar la paz duradera y sostenibleLa consolidación de un movimiento ciudadano vigoroso por la paz del país, además de coyunturas políticas favorables y de cambios en las voluntades de los agentes del conflicto requiere, cuando menos, sopesar las dificultades que implican las deficiencias de capital social en nuestro país, las contradicciones existentes entre participación ciudadana y representación política y, finalmente, un debate a fondo sobre el tránsito de una agenda de finalización del conflicto a otra de construcción de paz.La movilización contra la guerra puede ser un factor crucial hacia la paz en Colombia, si ella puede convertir su fortaleza social en una presión política sostenida sobre el Gobierno y los actores armados. Para que esto ocurra se requiere la convergencia de distintos factores; unir fuerzas con los movimientos sociales y los actores políticos; encontrar una adecuada combinación de las formas de acción colectiva; consolidar expresiones de movilización en el nivel regional y local; apoyar un proceso de paz; promover formas de coordinación y articulación efectivas pero flexibles, y encontrar un adecuado respaldo de la comunidad internacional.Las nuevas generaciones merecen legados que no se instalen en la destrucción de la humanidad ni de la naturaleza. Cuidar el planeta implica construir rutas pacíficas para la resolución de los conflictos, que no excluyen las reivindicaciones e movimientos populares y sociales, de la diversidad sexual, de los pueblos étnicos y comunidades negras y de las mujeres, por un mundo con justicia entendida como la distribución de bienes y servicios, la toma de decisiones, la división del trabajo y el acceso a la tierra y la cultura. Hay que poner en marcha un nuevo pacto social y sexual con las mujeres, que ayude a quebrantar las bases de la opresión a las mismas.Se realizaron Asambleas por la Paz con el fin de escuchar a las comunidades que habitan en las zonas petroleras y que viven los horrores del conflicto armado y social; igualmente, conversatorios con empresarios del petróleo y con gremios empresariales que tenían el propósito de conocer las opiniones de éstos para establecer acuerdos y reconocer las diferencias con las organizaciones de los trabajadores. Se pretendía un espacio para solucionar las diferencias por la vía del diálogo y el acuerdo. |
Tipo de ítem | Ubicación actual | Colección | Signatura | Copia número | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras |
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Libro - General | Sede Cra 13 CYP | Colección General | 303.669861 / V719 (Navegar estantería) | Ej. 1 | Disponible | 57772 |
Derecho
Humanidades
Desde todos los rincones del país, a pesar de no haber logrado poner fin a la guerra, el movimiento por la paz sigue alentando la construcción de democracia desde abajo, se articula a la reconstrucción de los tejidos sociales desgarrados por la violencia y la guerra y mantiene en alto la bandera de la construcción de paz como tarea de los desarmados. Igualmente, defiende la solución negociada y apoya las negociaciones de paz, y persiste en la tesis de la superación, de las tradicionales inequidad, exclusión y pobreza como condición para alcanzar la paz duradera y sostenible
La consolidación de un movimiento ciudadano vigoroso por la paz del país, además de coyunturas políticas favorables y de cambios en las voluntades de los agentes del conflicto requiere, cuando menos, sopesar las dificultades que implican las deficiencias de capital social en nuestro país, las contradicciones existentes entre participación ciudadana y representación política y, finalmente, un debate a fondo sobre el tránsito de una agenda de finalización del conflicto a otra de construcción de paz.
La movilización contra la guerra puede ser un factor crucial hacia la paz en Colombia, si ella puede convertir su fortaleza social en una presión política sostenida sobre el Gobierno y los actores armados. Para que esto ocurra se requiere la convergencia de distintos factores; unir fuerzas con los movimientos sociales y los actores políticos; encontrar una adecuada combinación de las formas de acción colectiva; consolidar expresiones de movilización en el nivel regional y local; apoyar un proceso de paz; promover formas de coordinación y articulación efectivas pero flexibles, y encontrar un adecuado respaldo de la comunidad internacional.
Las nuevas generaciones merecen legados que no se instalen en la destrucción de la humanidad ni de la naturaleza. Cuidar el planeta implica construir rutas pacíficas para la resolución de los conflictos, que no excluyen las reivindicaciones e movimientos populares y sociales, de la diversidad sexual, de los pueblos étnicos y comunidades negras y de las mujeres, por un mundo con justicia entendida como la distribución de bienes y servicios, la toma de decisiones, la división del trabajo y el acceso a la tierra y la cultura. Hay que poner en marcha un nuevo pacto social y sexual con las mujeres, que ayude a quebrantar las bases de la opresión a las mismas.
Se realizaron Asambleas por la Paz con el fin de escuchar a las comunidades que habitan en las zonas petroleras y que viven los horrores del conflicto armado y social; igualmente, conversatorios con empresarios del petróleo y con gremios empresariales que tenían el propósito de conocer las opiniones de éstos para establecer acuerdos y reconocer las diferencias con las organizaciones de los trabajadores. Se pretendía un espacio para solucionar las diferencias por la vía del diálogo y el acuerdo.
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